El CIC cerró un año cargado de actividades

El Centro Integrador Comunitario (CIC) de barrio Obrero tuvo su cierre de año en una jornada en la que la comunidad compartió juegos, música y diversión. Fue un 2024 lleno de actividades, donde a pesar de las dificultades económicas y sociales, el espacio se consolidó como un punto de encuentro entre los vecinos y las vecinas. 

El Intendente Guillermo De Rivas señaló que la del CIC es una política de Estado que se ha sostenido en el tiempo más allá delos cambios de gestión y que se trata de un lugar clave para que la Municipalidad tenga más presencia en el territorio. 

“Este es el primero de los cierres de los centros integradores. Hemos venido a compartir las actividades junto a las familias y a los docentes. Siempre apostamos a la educación, a la formación en oficios, pero principalmente, a la integración del barrio, disfrutando de un espacio con música y juegos parara cerrar un año de trabajo intenso e invitarlos a que sigan con estas acciones en 2025”, afirmó De Rivas. 

A su turno, el Subsecretario de Desarrollo Social, Gregorio Oberti, dijo que el encuentro sirvió también para que las familias presenten los trabajos que han desarrollado durante el año y destacó el gran número de talleres que se brindan en el lugar. 

“Este es uno de los centros integradores con mayor cantidad de actividades. Se han hecho talleres de repostería, de apoyo escolar, folclore, entre otros, tanto para las infancias como para los jóvenes, para los adultos y los adultos mayores. Por otro lado, aquí también funciona Pan Amigo, una cooperativa que surgió de un proyecto del Presupuesto Participativo y que actualmente tiene mucho trabajo, ya que provee de pan a casi todos los comedores y merenderos de la ciudad”, describió Oberti.

El funcionario señaló que el CIC de barrio Obrero es un centro integrador modelo, debido a que funciona desde hace 17 años y ha sido apropiado totalmente por los vecinos.

Finalmente, Cynthia Lubary, Coordinadora del CIC, dijo que la participación de los vecinos crece año tras año, con la renovación de los talleres. 

“Son entre 100 y 120 las familias que pasan por este espacio, ya que aquí vienen personas de todas las edades. Vienen personas de distintos sectores, y eso es muy bueno”, concluyó Lubary.